La respuesta es "Sí". Aunque nos queramos cerrar en consumir sólo lo estrictamente necesario, todo se rompe demasiado pronto. Esto no sucede porque sí, sino porque está así pensado por los fabricantes, para que tengamos la necesidad de volver a comprar. ¿Por qué no puede durar una nevera 25 años? ¿O tener una impresora por más tiempo de lo que dicte un contador interno? Cinco años después de comprar una impresora, es toda una proeza encontrar sus cartuchos. Y ya nada que decir de si el Sistema Operativo nuevo te la soporta!
Ayer nos impactó el documental de La 2 sobre la obsolescencia programada titulado Comprar, tirar, comprar. ¿Nos están timando? ¿A dónde nos lleva esta sociedad de consumo? Parece que a unos a la pobreza y a convertirse en un vertedero, mientras que a otros a agotar los recursos de nuestro planeta.
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