Navarra - Día 2

Lo teníamos claro: visita al Castillo de Olite. Aún a riesgo de que Pau se agobiara, nos decantamos por la visita guiada. Para hacer hora hasta la visita, paseo por el pueblo.
Fantásticas vistas las del perímetro:

Vista desde la carretera

Vista desde el núcleo urbano

Comienza la visita guiada. Lo primero en explicarnos, la Iglesia de Santa María. Está junto al palacio. Edificio gótico del siglo XIII que aún conserva algo de la policromía original en la fachada.

Portada de la iglesia

Después de la iglesia, nos dirigimos hacia lo que pensábamos que era el castillo. La primera en la frente: no es un castillo, sino un palacio. Le llaman en algunas fuentes Castillo-Palacio, en otras Castillo y en otras Palacio. Ahora viene la parte crítica: es precioso de ver, pero no se ha de vender como un castillo, porque no lo es. Y parte de él no visitable, ya que forma gran parte del Parador. Interior y paredes, pelados. La explicación es interesante, pero hasta a los adultos les cuesta seguir sin pensar que podrían obtener la misma información en una biblioteca en la propia web del Palacio. Vistas fantásticas desde el interior. Quizá la visita guiada no era necearia (sin ánimo de desmerecer a la guía). Quizá hubiésemos disfrutado su belleza más paseando tranquilamente por él y leyendo poco a poco parte de la muy interesante historia.

Torre de los cuatro vientos

Comemos en Olite y nos vamos a visitar Ojué.

Ojué

Fantásticas vistas desde lo alto.

Vistas desde lo alto

Regreso a la casa rural. Llueve, por lo que no hay parque. Juegan los pekes un poco dentro de la casa. Después cena, baño y a dormir.

 

Navarra - Día 1

Llegó la hora de compartir nuestras vacaciones de Semana Santa. Este año como ya os adelantamos, nos hemos ido a Navarra.
El primer día nada especial. Salida desde Cornellà hacia Arellano (Navarra). La misma mentalidad de siempre: no hay prisa; lo importante es llegar.
Cansados de la nada acorde concordancia de la relación calidad/precio de las Áreas de Servicio, nos llevamos comida y la merienda hechas de casa.
El viaje tuvo sus momentos tranquilos y sus momentos en los que los pekes querían bajar del coche. Claro está, no siempre a la vez, con lo que las paradas se duplicaban.
Llegamos a media tarde, sacamos las bicis del porta-bicis y llevamos las maletas y las bolsas a la habitación. En la entrada a la casa rural, señal de que todo debía ir bien en el alojamiento:

Nos alojamos en una de las suites

Después, visita al pueblecito, con bicis para Pau y para mí y moto para Eva. Elías, pendiente de todos.

Parque, pista e iglesia, todo en uno

La Plaza del Ayuntamiento. A su derecha, el parque y la pista.

Detrás del Ayuntamiento no se aprecia en la foto, pero hay una pista PR de senderismo.








Después del paseo, a la casa. Cena, baños y a dormir.